4.13.2008

¿CERROS de Úbeda? Ni de locos....

Bueno, un poco sobre la ruta de hoy, pero voy a ser una caradura también y aprovechar que mis dos compañeros de viaje no saben ni hablar ni leer en castellano, para ofrecer unos pensamientos sobre la cuestión de viajar sola o ir acompañada....

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I. IR POR LOS CERROS DE ÚBEDA, LITERALMENTE:
Un día malísimo, de una manera. Extremamente dificil. 106 km de repechos y subidas. Ahora estamos en Úbeda, una villa encantadora, y la única cosa que quiero hacer es colapsar en la cama con una copa de vino tinto y una caja de Gelocatil.

Salimos de Torre de Juan Abad a las 9 de la mañana y la ruta a Andalucía no era tan mal al principio. Ví unos ciervos cerca de una finca, y un jabalí intentó meterse con la bici de Randy (y Randy, siendo buen turista, intentó sacar una foto del jabalí con su BlackBerry) , y luego los primeros 20 kilometros de Andalucía eran bastante agradables. Moncho y yo nos metimos por la ruta que iba por Navas de San Juan, y los chicos se fueron por Sabiote. Pero hagas lo que hagas, no hay manera de evitar la subida por los cerros de Úbeda.

Puedo decir con certeza que la carretera A301 no es la mejor manera de hacerlo. Y desde luego, no merece la pena tomar la A301 en un domingo soleado cuando ha ganado un español el GP de Motos de Estoril. Cada habitante de la comarca que tenía un vehículo motorizado sobre dos ruedas, sea una chatarra de dos caballos de los de Honda o el más guay de los motos de BMW, iba a tope por esa carretera. Y, ¿qué diablos pasa con los conductores de los coches de BMW en este país? ¿Hay que tener una licensia especial de pijo idiota de mala leche para conducir uno de esos coches en España? ¿Se niega venderte uno de esos si n puedes mostrar que no tienes nada de respecto para los otros usuarios de las carreteras? ¡¡Qué poca vergüenza!!

Randy y Andrew decidieron alrededor de las 19.00 hacer acampada libre en un olivar a unos 6 km de Úbeda y Moncho y yo nos quedábamos en un hostal en la villa. Úbeda es una ciudad fantástica, y merecerá otro viaje. Pero esta noche no me apetece hacer nada que no involucra una copa de vino bueno y quedarme sentada en algo que no mueva.....

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II. IR POR LOS CERROS DE ÚBEDA, FRASE HECHA Y VIVIDA:

"...en fin, resultaba que la vasectomía falló y el amante de mi padre se quedaba preñada, y cuando se enteró mi madre, ella flipaba y echaba mi padre de la casa....."

No tengo nada en contra de los americanos, os aseguro. Pero una cosa que siempre me queda sin palabras es la tendencia que tiene algunos ciudadanos de los EEUU contarte cualquier cosa de sus vidas, sin filtros ni complejos.

Ahora me encuentro con dos compañeros de viaje que son buenas personas pero que también son estereotipos vivos de sus propias culturas. Andrew es callado y tímido hasta parecer padecer algún tipo de enfermedad mental, algo que parece muy mala educación con animos a ofender. Randy tiene la boca como una motosierra: habla y habla y habla y habla y habla y habla sobre cualquier cosa; como dice el refrán de James Joyce, nunca utiliza una palabra cuando bastarán siete. Menos mal que Andrew ha encontrado alguién que le quita la necesidad de hablar, y Randy ha encontrado un público que no se atrevería decirle algo si estuviese aburrido (o harto o algo) del torrente de lenguaje a que está sometido cada día.

¿Mejor sola que mal acompañado? Eso me deja con dos preguntas:

a) ¿Qué significa ser mal acompañado? Por supuesto, ninguno de los dos hombres son peligrosos. Bordes, sí; aggravantes por su falta de castellano y que siempre hablan entre ellos sin incluirme, por supuesto. Pero no me causarían ningún daño.

b) ¿Es cuestión de preferir viajar sola o debo cambiar mi forma de viajar? Me gusta viajar con amigos, pero sin duda, prefiero viajar con ciertos amigos, no todos. Eso dicho, también reconozco que ir sola, como mujer, te presenta muchas más oportunidades que peligros. Las personas son muchas más abiertas con una mujer que viaja sola. Te hablan, te dan información útil con el viaje, y si vas con un hombre, siempre parece que ya vas con alguien que ha preparado todo, que está en control de todo, sin pensar que, posiblemente, ha sido la mujer que ha preparado todo.

Puedo viajar con muchos de mis amigos de Pedalibre sin problemas, porque sabemos como funciona el dinámico de nuestro grupo. Puedo viajar fácilmente con Moncho y Gonzalete porque son tipos muy relajados que reconocen que si sufro una pérdida de nervios enorme no hay que hacerme caso porque es mi manera de manejar las situaciones estresantes o dificiles. Pero cuando repito este viaje, y sé que habrá que hacerlo en algún momento, haré muchos de los tramos sola. Y no iré con alguien que no conozco.

Y eso es algo que no puedo decir a ellos. Han viajado desde tan lejos, se caen bien y a pesar que no son gente con quién iría en bici normalmente, no me presentan ningún problema que no se soluciona yendo por mi propia cuenta.

Y con los americanos, es cuestión de ir por los cerros de Úbeda muchas veces.

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