DÍAS 2 Y 3: 445+802+703 = una ciclista muy sorprendida

La mente hace unas cosas muy, pero muy raras cuando uno va montando en bici. Primero piensas, no pasa nada, 13 kilómetros no son muchas. Podemos acabar con esas kilómetros y tomar cafecitos alrededor de las 16.00. Claro, lo piensas así porque estás a unos 500 metros, hay nubes encima de los 600 y la cota de nieve está entre los 650 y 800m, así que no tienes mucha oportunidad de ver el reto que tienes en frente. Y luego empiezan las cosas raras: saca las discusiones fuertes que has tenido en segundaria, te pones a cantar canciones horteras, paras a todos los coches que suben al puerto para preguntarles cuántas más kilómetros hay, empiezas a hacer matemáticas, y tienes una bronca-monólogo con un ex-novio que vive a unos 7.000 de donde estás en este momento. Y llega el puerto de montaña. Smile! You are in Spain! Hay montones de nieve para ambos lados de la carretera, pero te sientes mejor porque no han dissuelto los granos de sal que han echado a la carretera, a pesar de que tienes los zapatos de ciclimos totalmente empapados.

Eso es lo que sientes cuando subes una montaña.

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Pensando que hemos tenido que hacer tres puertos de montaña en tres días, no me siento tan mal. Puede tener algo que ver con toda la práctica que tuve en el gimnasio antes de salir de Madrid (aunque sabemos todos que no es posible hacer la cinta empujando la bici como práctical. Pero está raro tener nieve. Da una sensación rara de isolación que te hace pensar que en cualquier momento saldrá un tipo magro con poco pelo, susurreando " Miiii tesooooroooooo...."

Lo hemos tenido todo en los últimos dos días: Nieve, granizo, lluvia... La previsión del tiempo nos han dado unos espantos bastantes fuertes, pero parece que va a mejorar antes del finde.

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Esta noche nos quedaremos en el nuevo albergue de peregrinos en Pamplona, y es una verdadera maravilla. Situado en el antiguo monasterio de los jesuitos, tiene capacidad para cien peregrinos, y goza de una cocina nueva y amplísima, lavadoras gratis y secadoras para 1€, duchas bien calientes y una galería de arte. Las autoridades locales han hecho un buen trabajo reformando el edificio, y será una gozada dormir allí esta noche, no solo pernoctar. Y ojo, ya han puesto restricciones para la hora de salida en los albergues, y no puedes salir antes de las 06.30 de la mañana. Espero que ahora no tendremos que despertar con la música de los peregrinos resbalando de pared en pared a las 05:30 de la mañana, despertando a todo el mundo.