¡Solo quedan siete semanas!

Oí alguien decir una vez que un plan, un sueño, no es un plan de verdad hasta que uno empiece a pedir ayuda a los que pueden ayudarle realizar el sueño. No me acuerdo donde lo oí. Pero ayer he superado uno de los retos más estresantes que era una barrera contra poder decir, "¡SÍ! Finalmente, ¡lo estoy haciendo!"

Me confesé ayer antes mi coordinadora de cursos, diciendo que necesito estar de baja entre Semana Santa y Puente de Mayo, y, Dios la bendiga, ninguna palabra en contra. No tengo ni idea porque me estresaba tanto la idea de contárlalo: el segundo pensamiento que entró en mi cabeza después de hablar con Salomon era: ¿como lo voy a decir a Alexis? Había acabado de empezar con clases nuevos, sin tener ni idea que todavía tuve la posibilidad de ganar el premio de SALOMON WOMEN WILL y pensaba que iba a pasar un otoño, un invierno normal - escapando de vez en cuando por los fines de semana.

Y el viernes o el sábado llega la bici nueva - una flamante Orbea Arama (roja).

Y ahora las únicas cosas que me queda son seguir con hacer relaciones públicas con la ruta, y esperar las seis semanas y media antes que subo a Irún para empezar la ruta....